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Barcelona-Boston

He cambiado la narración de un paisaje por el silencio del cielo. Vuelo y pienso en la gravedad, en esa afortunada condición que nos mantiene anclados en el único medio en el que podemos existir; y comprendo que lo esencial, lo imprescindible ya nos es dado.

En el cielo no hay nada ni nadie, únicamente un azul incomprensiblemente ingrávido. ¿Cuál es la gravedad de los colores?, ¿por qué el azul ha conseguido librarse de ella? …

Daniel Enkaoua pinta encima del amarillo el azul y no obtiene verde. Él comprende que el azul no tiene gravedad y al igual que el cielo envuelve y acompaña toda la realidad sin mezclarse con ella. Por encima de las nubes no hay nada ni nadie… sus cuadros son una forma de soñar en la tierra.

Aterrizo en Boston y planto mi sueño para soñarlo grávidamente despierto. Empiezo…

 

Una Canción para G.


Tengo un talento para la nostalgia.
La dulce melodía que la añoranza susurra
en mis adentros, teje horas y días.

Quiero pensarte sin distancias ni tiempo,
ahora que comprendí que no habitas las rutas,
ni los paisajes, ni el cielo mismo.

Vives en las palabras:
eres el significado de las cosas
sin ser las cosas mismas.

 

Echar de menos algo que no se tiene o no se ha tenido,
no es una forma de tenerlo ni una forma de acercase a ello.

Del tiempo, allá al final del futuro, sólo nos quedará aquel
que hemos sabido compartir o comprender.

 

OTOÑO EN NEW ENGLAND
11.11.2009 Boston

 

Hay mañanas que llegan tímidamente a mi ventana, incapaces de expresar en su indecisión si traen un lunes o un miércoles, y acostumbran a ser las horas, en su impertinente tarea, quiénes ofrecen algún acontecimiento que facilite la orientación: llega el basurero los miércoles, barre el porche la vecina los lunes... Pero sin aviso ni orden, alguna de las nadas que todo lo rigen, haciendo uso de una libertad que cuesta imaginar quién la estableció, trama algo imposible de aprehender para el hombre, una nada en ese caso, y se establece un nuevo orden en el universo. Des de las ventanas la mañana es un grito abierto y todo en sí mismo es la evidencia del milagro: el cambio.

 

Así llegó el otoño a New England... Como si en este momento del año la naturaleza se ofreciera exhausta a nuestros pies - hoja a hoja - para invitarnos al paseo; para alentar en nosotros el deseo de recorrer parques y caminos en el confort de una improvisada alfombra. Andar es la forma en la que el cuerpo piensa...

 

Una radiante mañana de domingo. Paseo por los parques al lado del Charles Rives. Un júbilo de velas danza una melodía inaudible a lo largo del río . Intermitentemente, a discreción del viento, llega el rugir de los remos de una regata de estudiantes universitarios. A lo largo del camino transeúntes en una espectacular variedad de ritmos: des del olímpicamente sudoroso corredor medio desnudo al inamovible dueño de banco público en una exageración de bufandas y guantes pura apología del invierno. 

DIARIOS DE VIAJE

Travel Diaries
[Texts by Moisès Fernández Via in Spanish]

 

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